El huerto en la última semana de octubre
Hace 10 horas
Blog de trabajo en la asignatura de Hª del Arte del IES los Sauces de Benavente, Zamora. España
Hombres y mujeres exhibiendo impúdicamente todo su cuerpo, individuos masturbándose, parejas en pleno coito, autofelaciones, y hasta defecaciones. Imágenes que forman parte de la iconografía medieval y que como tal aparecen reflejadas en muchos templos románicos.
Una definición tras la que se esconden los tres análisis posibles en cuanto a la intencionalidad de las esculturas eróticas en los templos románicos. Cualquier respuesta podría valer para interpretar unas representaciones que tan bien podrían ajustarse al concepto de vicio como al de virtud. Sin olvidar que tanto el pecado como la dicha han formado siempre parte de la vida, mal que le pesen a los que hacen las leyes, ya sea en nombre de Dios o de la cordura establecida en cada época.
lefacción en las casas, las familias dormían en la misma habitación y la intimidad conyugal era prácticamente nula. De ello se deduce que con toda probabilidad los hombres y las mujeres de esta época estaban bastante acostumbrados al sexo semi público, y seguramente se sonrojaban con menos facilidad que nosotros, los modernos, hablando de sexo.
Por eso no es descabellado pensar que quizá, los que tengamos una perspectiva un tanto pervertida a la hora de interpretar estas pétreas tallas seamos los hombres del siglo XXI, los mismos que hemos heredado por arte y parte de la Iglesia los sentimientos de vergüenza, de indecoro y de vicio, con que nos disponemos a analizar cualquier representación sexual. Porque lo que está claro es que no tenemos ni idea de cómo pensaba al respecto el hombre de la Edad Media, ya que de ellos, solo nos ha llegado lo que la élite de la Iglesia nos ha querido contar y ni que decir tiene que se trata de una parte bastante entrenada a la hora de manipular y distorsionar la Historia con mayúsculas. Eso sí, siempre en nombre del Señor.
"Reflexionemos un instante sobre la funcionalidad de las marcas de cantería. ¿Para qué sirven?.. En la cantera los trabajadores obtienen bloques de piedra de un tamaño adecuado. Materia prima que el cantero trabajará con sus herramientas hasta obtener del "sólido capaz" la pieza deseada. Si se trata de un sillar, que es lo más frecuente, trabajará cinco de sus seis caras, dejando la interior solo desbastada. Las caras de arriba y abajo (lecho y sobrelecho), así como las laterales (juntas) necesitan un correcto tratamiento para que su ajuste sea perfecto. En ocasiones, ya desde la cantera los bloques de materia prima traen indicaciones en forma de marcas para que el cantero sepa la posición que ese bloque tenía en la naturaleza a fin de que en la obra sea la misma posición en que se sabe que ha trabajado bien, soportando presiones naturales. Lechos, sobrelechos y juntas pueden llevar señales específicas, que no quedarán a la vista.
retribución será proporcional al número y especificidad de piezas acabadas que serán llevadas a la obra.
abajando a la vez, la cosa se complica, y se requiere esa especial forma de contabilidad. Muchos trabajadores en la logia indican un comitente poderoso capaz de pechar con los gastos de todos ellos.![]() |
| S. Pedro de la Nave |
![]() |
| Planta de S. Pedro de la Nave |
![]() |
| S. Miguel de la Escalada |
![]() |
| S. Miguel de la Escalada |

, son de arte hisponomusulmán.


Para realizar diversos ejercicios sobre el arte musulmán
Las trompas persas y las pechinas bizantinas habían resuelto bien el problema mecánico de la transición de la planta cuadrada a la forma octogonal o circular de los cimborrios y arranque de las bóvedas. Construidas en ladrillo y levantadas ya para el Islam, en las formas heredadas, vemos las espléndidas pechinas de la Gran mezquita de Damasco. No obstante, los constructores musulmanes encontraron, en estos rincones, una ocasión tentadora para innovar, llevando a dichos elementos la decoración de mocárabes. De esta manera, aleros, trompas y pechinas, se labraron y construyeron, en piedra y en ladrillo, sin pérdida de su función estructural.
Al pasar a la madera, donde el material permitía mayor carga artesanal, se desarrolló una amplia industrialización basada en la precisión en el corte, ajuste y asociación de piezas elementales y seriables. El conjunto "piña" compuesta por esta serie de piezas elementales permitía vaciarse en yeso, incluso formas en descuelgue o estalastíticas. Esta labor y material vino a reducir su característica mecánica o a potenciar definitivamente su función decorativa y de forro.
El arco de herradura constituye uno de los elementos constructivos claves en la construcción visigoda, desarrollada en la Península Ibérica. Probablemente fuera introducido, al final de la etapa hispanorromana, por constructores sirios o de Armenia, cristianizada desde el siglo III.
|
Todas
las formas clásicas que adoptan los caracteres árabes derivan de
una de las dos escrituras utilizadas en época preislámica: la
cursiva y la hirí, más tarde llamada cúfica.
Nasj o nasjiEl nasj ("copia") es el estilo más básico, derivado de la antigua cursiva preislámica y de las reglas ideadas por Ibn Muqla. Debe su nombre al hecho de que se desarrolló con la intención de ser una caligrafía rápida y clara al mismo tiempo, para utilizarla en la copia de manuscritos. El nasj es el estilo en el que se basan las letras de imprenta en la mayoría de las lenguas que emplean caracteres árabes, así como el que utilizan las máquinas de escribir y los ordenadores. De él derivan la mayoría de los estilos caligráficos. |
http://www.rtve.es/alacarta/videos/medina-en-tve/medina-tve-origen-caligrafia-arabe/4326122/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/islam-hoy/islam-hoy-caligrafia-arabe/313393/ |
El kūfī o cúfico es llamado así por la ciudad de Kufa, donde se desarrolló
a partir del siglo VIII. Es el estilo más antiguo: anteriormente se llamaba hiri, por la ciudad de Hira, y está en sus orígenes influido por el alfabeto siriaco. Se caracteriza por tener ángulos pronunciados y un aire cuadrado en general. Para no romper su aire macizo, con frecuencia los puntos de las letras se reducen a pequeñas rayas casi imperceptibles. Es uno de los estilos más empleados aún hoy en día en rótulos y decoración y el que más variantes tiene, aparte de haber dado lugar a los estilos magrebíes y andalusíes. Entre sus variantes destacan: 
Un estilo —o conjunto de estilos— importante es el llamado andalusí o magrebí, que guarda poca relación con los demás porque a diferencia de ellos no deriva del nasj sino del cúfico antiguo. Es la forma de escritura tradicionalmente usada en Al-Andalus, el noreste de Áfica y por los pueblos musulmanes de África occidental. Se ejecuta con un cálamo diferente de los que se utilizan habitualmente, pues tiene una punta aguda similar a las de las plumas europeas. Por esta razón, tiene poco grosor en el trazo y éste suele ser uniforme.