jueves, 27 de febrero de 2020

La plaza Mayor de Madrid

LA PLAZA MAYOR DE MADRID, tomado de Mimoleskine Arquitectónico


La Plaza Mayor de Madrid es uno de los más importantes exponentes de urbanismo barroco español. Su configuración urbana, contundentemente cerrada y definida por arquerías, es una referencia obligatoria para entender otras plazas en España así como en América (en mi caso, fue inevitable evocar configuración de la Plaza de Armas de Arequipa, Perú, patrimonio cultural de la UNESCO). Además, su historia es un reflejo de la transición del barroco al neoclásico, y de la España de los Austrias a la de los Borbones.

Foto cortesía de Joe Lomas

ANTECEDENTES

En 1561 (año en que Madrid fue elegida sede de la corte y capital de España) el rey Felipe II pidió a Juan de Herrera, arquitecto renacentista que diseñó el Escorial, un plan para remodelar el área de la Plaza del Arrabal, un antiguo y caótico espacio situado afuera de la villa medieval de Madrid, en el cruce de los caminos de Atocha y Toledo (arrabal significa “barrio fuera de la ciudad”).


La construcción de la antigua Plaza del Arrabal se inició en 1581 con algunas demoliciones. En 1617 recibió el encargo Juan Gómez de Mora, que la finalizó en 1619.


La plaza tenía 120 x 94 m. Para darle unidad a este espacio, en el que desembocaban 8 caminos, Gómez de Mora proveyó a la plaza de arquerías que sobresalían de la línea de fachada, y que consecuentemente dieron a la plaza mayor dinamismo social.

Plaza Mayor hacia el siglo XVII. Anónimo; s. XVII (Museo Municipal de Madrid)

Aquella plaza debió haber tenido una escala monumental aunque era menos compacta, con calles abiertas, rodeada por bloques de viviendas de madera forradas de ladrillo y pilares de piedra que alcanzaban los 6 niveles de altura. Debió haber sido también un espacio con mucha densidad y, por las condiciones precarias de habitación, un área en continuo riesgo.


Vista de la Plaza Mayor de Madid en 1623. Juan de la Corte; s. XVII (Museo Municipal de Madrid).

Juego de Cañas en la Plaza Mayor. Juan de la Corte; s. XVII (Museo Municipal de Madrid)

Efectivamente, la plaza sufrió tres incendios, siendo el más destructivo el de 1790 cuando Juan de Villanueva, arquitecto neoclásico, realizó el diseño de la Plaza Mayor tal como se conoce hoy, culminándose las obras en 1854, años después de la muerte de su autor.

CARACTERÍSTICAS

La Plaza Mayor mide 129 x 94 metros, siendo más alargada en el eje este-oeste.


Es impresionante, al ver la foto satelital, comprobar la contundencia en el trazado de la plaza en medio de la maraña orgánica de callejuelas que conforman el tejido urbano medieval madrileño. Es muy interesante compararla con otras plazas rectangulares y cuadradas aparecidas en América luego de la promulgación de las Leyes de Indias, en las que la plaza es el centro de una grilla que se extiende más o menos ortogonalmente a partir de ésta. En el caso de la Plaza Mayor, pareciera como si hubiera sido extraída (como en un pedazo de torta), lo cual, obviamente, además de un impacto espacial en el paisaje urbano de sus pobladores, tuvo una implicancia política y cultural significativa.


Me impresionó su carácter compacto, cerrado, uniforme, centralizado. La razón de sus proporciones entre el ancho de la plaza y la altura de la edificación le confieren intimidad y majestad, sin llegar a ser una escala intimidante. La presencia simétrica de la Casa de la Carnicería y la Casa de la Panadería ubicadas en los lados más largos de la plaza generan una sensación de equilibrio en este espacio oblongo (que no habría sido el caso de haber estado ubicadas en sus lados cortos).


La plaza está rodeada por edificios residenciales cuyo primer nivel es comercial, a los que Juan de Villanueva redujo su altura a tres niveles y trabajó las fachadas en estilo neoclásico, cambiando la madera por piedra.


La textura de las paredes, el ritmo de sus vanos y sus 237 balcones, así como la continuidad de su techo de pizarra refuerzan un sentido de horizontalidad, tan sólo interrumpido por las agujas de las dos famosas casas. Las agujas añaden un contrapunto vertical a la composición predominantemente horizontal del espacio, y dividen virtualmente las largas fachadas laterales en tres cuerpos sutilmente diferenciados.


Las fachadas aterrizan en una base de portales, una sutil membrana que ofrece cobijo a los comercios, y que es interrumpida por 9 entradas definidas por grandes arcos de acceso (cortesía de Villanueva, quien cerró los lados de la Plaza). El más célebre de éstos es el Arco de Cuchilleros, cuya altura monumental es debida al desnivel entre la plaza y la Cava de San Miguel (muy cerca de allí se encuentra el restaurante Sobrino de Botín, el más antiguo del mundo, que data de 1725).

Debido al desnivel de la plaza (cuya altura corresponde al segundo nivel del arco, donde termina la albañilería de piedra) el Arco de Cuchilleros fue utilizado como contrafuertes. Vistas desde la Cava San Miguel y desde la Plaza. Fotos cortesía de José Azcona y Oscar Martin

LAS CASAS DE LA PANADERÍA Y DE LA CARNICERÍA

Los edificioS más notables de la Plaza Mayor (tanto por su arquitectura como por sus curiosos nombres) son la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería, ambas ubicadas en lados opuestos, nortes y sur respectivamente. Sus nombres devienen de los antiguos oficios a los que se dedicaban.

La Casa de la Panadería, se inició en 1590 a manos de Diego Sillero y fue finalizada en 1619. En su interior se ubica el soberbio Salón Real.

Planos de la Casa de la Panadería por Cipriano Gómez en 1888

La fachada está coronada por un blasón con el escudo de armas de Carlos II, y desde 1992 ricamente adornada con murales en sus paredes, realizados por Carlos Franco.

Casa de la Panadería en 1906
Hoy en día la Casa de la Panadería acoge funciones culturales y municipales.

Para saber más sobre la Casa de la Panadería recomiendo este completo post de Arte en Madrid.

La Casa de la Carnicería, de color rojizo al igual que el resto de construcciones de la plaza, es similar en fachada a la de la Panadería aunque su distribución es diferente. Su planta rectangular se distribuye alrededor de un patio también rectangular, con una gran escalera frente a la entrada.
A partir de finales del siglo XIX adquirió funciones municipales, y actualmente es la sede de la Junta Municipal del Centro de Madrid.

Casa de la Carnicería. Foto cortesía de thyngum.

EVOLUCIÓN DEL ROL DE LA PLAZA.

Desde la creación de la antigua plaza del Arrabal el espacio sirvió para comodar diversas funciones, principalmente las de comercio (tanto en el mercado que funcionaba en el espacio público como en los negocios ubicados tras las arcadas), pero también entretenimiento (corridas de toros) , actos cívicos (como la coronación de Felipe IV), judiciales (ejecuciones y castigos) y religiosos (autos de fe y celebraciones como las de San Isidro).

Auto de Fe en la Plaza Mayor. Francisco de Ricci; 1683 (Museo del Prado)
Fiesta de toros en la Plaza Mayor. Anónimo; s. XVII (Museo Municipal de Madrid)

Al igual que en el caso de la Plaza Navona en Roma, durante las fiestas se acondicionaban temporalmente graderías en los costados de la plaza, y los balcones de las casas circundantes eran alquilados a la nobleza, llegando a una capacidad de 50,000 personas.

Foto cortesía Santi M.B.

Sin embargo, a partir de mediados del siglo XIX, debido a la corriente llamada “Higienismo”, la plaza empezó a adquirir un carácter más ornamental. Fotos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX muestran una Plaza Mayor llena de árboles, con jardines que seguían trazados orgánicos y que se separaban de la fachada por una calle adoquinada (en aquella época alternaba sus nombres entre "Plaza de la Constitución" y "Plaza de la República", según soplaran los turbulentos vientos políticos en la España de ese entonces.

Plaza Mayor a finales del siglo XIX.

Plaza Mayor en 1895. Nótese la línea de tranvía.
Plaza Mayor en 1928. Plaza Mayor en 1932

No todos estuvieron de acuerdo con esta remodelación, ya que la plaza había sido tradicionalmente usada para fiestas y celebraciones. Además, sostenían que los árboles no permitían apreciar la belleza de las fachadas ni la estatua ecuestre de de Felipe III
(esta estatua había sido trabajada por Juan de Bolonia, acabada en 1616 y trasladada aquí en 1848). Esto conllevó al rediseño del espacio como plaza seca.

Foto cortesía de Ramón Durán.

En los años 60 se construyó un polémico estacionamiento subterráneo, que si bien aminoró en algo la escasés de vehículos en el área, para algunos críticos supuso un atentado contra el subsuelo de la plaza (me evoca al caso de I. M. Pei en el Museo de Louvre).

Construcción del estacionamiento subterráneo. 1968.

Hoy la Plaza Mayor sigue siendo el espacio urbano más importante de la ciudad, congregando no solamente a madrileños, sino a miles de turistas que acuden a diversas festividades, o simplemente a disfrutar de una buena comida en este ambiente, sugerente y acogedo

jueves, 20 de febrero de 2020

Bloque 3: El arte Barroco


Explica las características esenciales del Barroco.
Compara la escultura barroca con la renacentista a través de la representación de David por Miguel Ángel y por Bernini.
Describe las características generales de la pintura barroca y especifica las diferencias entre la Europa católica y la protestante.
Distingue y caracteriza las grandes tendencias de la pintura barroca en Italia y sus principales representantes.
Explica las características del urbanismo barroco en España y la evolución de la arquitectura en el siglo XVII.
Explica las características de la imaginería barroca española del siglo XVII y compara la escuela castellana con la andaluza.
Explica las características generales de la pintura española del siglo XVII.
Describe las características y evolución de la pintura de Velázquez a través de algunas de sus obras más significativas.

Identifica, analiza y comenta las siguientes obras arquitectónicas del Barroco europeo del siglo XVII:
  • fachada de San Pedro del Vaticano, de Cario Maderno;
  • columnata de la plaza de San Pedro del Vaticano, de Bernini;
  • San Carlo de las Cuatro Fuentes, de Borromini;
  • Palacio de Versalles, de Le Vau, J H .Mansard y le Notre.

Identifica, analiza y comenta las siguientes esculturas de Bernini:
  • David,
  • Apolo y Dafne,
  • El éxtasis de Santa Teresa,
  • Cátedra de San Pedro.

Identifica, analiza y comenta las siguientes .pinturas del barroco europeo del siglo XVII:
  • Vocación de San Mateo, de Caravaggio;
  • Muerte de la Virgen, de Caravaggio;
  • Triunfo de Baco y Ariadna en la bóveda del Palacio Farnese en Roma de Annibale Carracci;
  • Adoración del nombre de Jesús, bóveda de II Gesú en Roma, de Gaulli (II Baciccia);
  • Adoración de los Magos, de Rubens;
  • Las tres Gracias, de Rubens;
  • El Jardín del Amor, de Rubens;
  • La lección de anatomía del Doctor Tulp de Rembrandt
  • La ronda de noche de Rembrandt.
Identifica, analiza y comenta las siguientes obras arquitectónicas del Barroco español del siglo XVII:
  • Plaza Mayor de Madrid, de Juan Gómez de Mora;
  • retablo de San Esteban de Salamanca, de José Benito Churriguera.

Identifica, analiza y comenta las siguientes esculturas del Barroco español del siglo XVII:
  • Piedad de Gregorio Fernández,
  • Inmaculada del facistol, de Alonso Cano;
  • Magdalena penitente de Pedro de Mena.

Identifica, analiza y comenta las siguientes pinturas españolas del siglo XVII:
  • Martirio de San Felipe, de José Ribera;
  • El sueño de Jacob, de José Ribera;
  • El patizambo de José Ribera;
  • Bodegón del Museo del Prado de Zurbarán;
  • El aguador de Sevilla, de Velázquez;
  • Los borrachos, de Velázquez;
  • La fragua de Vulcano, de Velázquez;
  • La rendición de Breda, de Velázquez;
  • El príncipe Baltasar Carlos a caballo, de Velázquez;
  • La Venus del espejo, de Velázquez;
  • Las meninas, de Velázquez;
  • Las hilanderas, de Velázquez;
  • La Sagrada Familia del pajarito, de Murillo.
  • La Inmaculada de El Escorial, de Murillo.
  • Los niños de la concha, de Murillo.
  • Niños jugando a dados de Murillo.

Identifica, analiza y comenta las siguientes obras arquitectónicas del siglo XVIII:
  • fachada del Hospicio de San Fernando de Madrid, de Pedro de Ribera;
  • fachada del Obradoiro, catedral de Santiago de Compostela, de Casas Novoa;
  • Palacio Real de Madrid de Juvara y Sacchetti,


Historia de arte Barroco

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 Un buen vídeo para tener una idea de conjunto de la época barroca es este. Si puedes realiza su visionado, al tiempo que extraes las características del arte en general y las de la escultura y la pintura en particular.

lunes, 17 de febrero de 2020

Realiza el comentario

Realiza el comentario de las siguientes obras del Renacimiento italiano:


miércoles, 5 de febrero de 2020

Escultura policromada tecnicas

Técnica del estofado
La técnica del estofado se utilizaba hace siglos en la elaboración de figuras, sobre todo religiosas. La escultura barroca fue una gran portadora de esta técnica. Destaca el uso que hace de ella la Escuela Andaluza. Es muy común utilizarla para marcar los pliegues de las vestiduras de las imágenes. Con este arte pretendían simular que habían utilizado oro macizo.
El origen del nombre se cree que se encuentra en la palabra italiana "stoffa", cuyo significado es tela rica. El material principal es el pan de oro, unas láminas que imprimen esta tonalidad sobre las superficies que queremos tratar, dando así un toque decorativo muy valioso. También se emplea pan de plata o de cobre.
Pan de oro, Pan de plata
Según deseemos un acabado dorado o plateado utilizaremos una u otra opción. Este material se vende en librillos con láminas de 14x14 cm. Se trata de hojas finas y muy frágiles, por lo que se recomienda que, cuando trabajemos con ellas, nos situemos en una habitación sin corrientes de aire.
En cuanto a los colores con los que podemos combinar este material, dependen del gusto personal del autor. Pero, estéticamente, las mejores composiciones son las de pan de oro sobre rojo burdeos, y pan de plata sobre tonalidades azules.
Materiales necesarios
Antes de empezar la labor debemos preparar los materiales que nos van a hacer falta una vez comencemos a trabajar.
• Base de madera que queramos decorar: marco, icono, escultura, caja...
• Pan de oro o pan de plata.
• Cola de conejo y cola blanca.
• Gesso.
• Lija.
• Bol.
• Pintura al temple.
• Papel de calco.
• Punzón.
• Goma laca.
Una vez que tengamos los materiales preparados estamos listos para empezar a decorar. Pero antes de iniciar el proceso de estofado, debemos asegurarnos de que la madera sobre la que vamos a aplicarlo está limpia, es decir, no quedan restos de posibles capas de pintura anteriores. Si hubiera suciedad, la lijaríamos, para después pasar un trapo humedecido en aguarrás. Entonces sí estaremos dispuestos.
En primer lugar, aplicaremos una capa de cola de conejo. Esta materia se comercializa en gránulos o escamas. Su preparación no es difícil. Lo mezclaremos con agua en la proporción: 1 l. de agua 100 gr. de cola. Es necesario esperar a que los granos se hinchen: esto puede tardar unas 24 horas. Una vez listo, lo calentaremos al baño maría, sin dejar que llegue a hervir.
Para emplearla como adhesivo, tomaremos una parte y la mezclaremos con tres de agua. Añadiremos unas gotas de alcohol y podremos utilizarla. La cola de conejo facilitará que la pintura se adhiera a la madera y no se escame. Después, lo dejaremos secar.
A continuación, emplearemos el gesso, extendiéndolo por la superficie. Esto es una combinación de carbonato de calcio y un acrílico del polímero y un pigmeo. Cuando se seque, utilizaremos una lija para evitar que queden imperfecciones o marcas sobre la base de nuestro trabajo.
Ahora, es el turno de aplicar el bol. Este preparado podemos adquirirlo en tiendas de restauración listo para usar. Se trata de una tierra roja, o tierra armenia, mezclada con cola de conejo. De este producto daremos dos manos y una vez que esté seco, lijaremos la superficie.
Llegó el momento de colocar el pan de plata o de oro sobre la superficie. Para fijarlo utilizaremos cola blanca, o bien, cola de conejo templada. Dejaremos caer las láminas suavemente, de forma que se posen sobre el adhesivo. Con la ayuda de un algodón, repasaremos las hojas, así, facilitaremos el pegado y eliminaremos las partes sobrantes.Por último, con el mango de una cuchara o similar, volveremos a retocar para evitar imperfecciones.
¡A dibujar!
Sobre la capa plateada o dorada aplicaremos una capa de pintura al temple. Para prepararla, mezclaremos pigmentos naturales con agua hasta conseguir una masa homogénea. Con un cúter o un cuchillo abriremos la yema de un huevo y la añadiremos a la mezcla. Dejaremos secar ésta nueva mano de pintura.
Una vez que hayamos elegido el motivo que queremos dibujar, emplearemos papel de calco para pasarlo a la superficie que coloreamos con temple. Ya sólo nos queda utilizar el punzón para raspar las figuras e ir descubriendo el pan de plata o de oro que colocamos anteriormente.
Aunque la pintura al temple es resistente y duradera, te aconsejamos que lo protejas con una capa de goma-laca. Además, si quieres conseguir una superficie brillante, también puedes aplicarle un manto de cera. tomado de....

Escultura en España


martes, 4 de febrero de 2020

Arte del Renacimiento

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  • Realiza un esquema con las ideas más destacadas
  • Indica tres aprendizajes que hayas hecho
  • Realiza 2 preguntas que te gustaría conocer
  • Haz una reflexión final
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