viernes, 29 de noviembre de 2019

La catedral de Santiago de Compostela

El Románico Erótico

Hombres y mujeres exhibiendo impúdicamente todo su cuerpo, individuos masturbándose, parejas en pleno coito, autofelaciones, y hasta defecaciones. Imágenes que forman parte de la iconografía medieval y que como tal aparecen reflejadas en muchos templos románicos.
Tallas de piedra cargadas de un explícito contenido erótico o sexual que fueron cinceladas por los canteros de los siglos XI, XII y XIII, en los canecillos de las iglesias románicas y que nos colocan sobre la pista, para iniciar un apasionante viaje hacia el pensamiento y la mentalidad del hombre del medievo.
Para acercarnos al Románico erótico podemos comenzar por buscar la definición de la palabra canecillo, ya que es aquí donde mayor número de representaciones subiditas de tono aparecen. Así pues, los canecillos son pequeñas obras de arte que se encuentran en buen número de iglesias románicas, que se usaban para sustentar los aleros de los tejados y de paso mostrar al pueblo los vicios, las virtudes y las escenas cotidianas de la época que les tocó vivir.
Una definición tras la que se esconden los tres análisis posibles en cuanto a la intencionalidad de las esculturas eróticas en los templos románicos. Cualquier respuesta podría valer para interpretar unas representaciones que tan bien podrían ajustarse al concepto de vicio como al de virtud. Sin olvidar que tanto el pecado como la dicha han formado siempre parte de la vida, mal que le pesen a los que hacen las leyes, ya sea en nombre de Dios o de la cordura establecida en cada época.
El caso es que nos extraña encontrarnos con escenas tan escandalosas en el arte religioso románico, como si éstas no formaran parte de la cotidianeidad del hombre de la Edad Media. Y para colmo, encontrarlas adornando las iglesias románicas, templos de virtud, oración y devoción, acaba por sacarnos definitivamente los colores.
Pues sí, ejemplos hay, y muchos en el Románico español, que también en otros países de Europa, como Francia y Alemania. Y dentro de la geografía española la mayor densidad de iconografía sexual se concentra en el sur de Cantabria y el norte de las provincias de Palencia y Burgos. Aunque no son nada desdeñables algunos ejemplos todavía palpables en iglesias de Segovia, Soria y Zamora, donde ni el tiempo ni la intolerancia de los siglos posteriores ha conseguido castrar su existencia.
Jaime Nuño, director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real, en Aguilar de Campoo (Palencia), es uno de los pocos estudiosos que se ha empeñado en profundizar, hasta donde se puede, sobre la naturaleza y el significado del Románico erótico. Para empezar Nuño mantiene que hay que analizar los procesos históricos en el contexto en que ocurrieron, dejando a un lado esa tendencia que tenemos los hombres a interpretar hechos pasados utilizando puntos de vista actuales.
Y por obvio que parezca en los siglos XI y XII no había televisión, ni calefacción en las casas, las familias dormían en la misma habitación y la intimidad conyugal era prácticamente nula. De ello se deduce que con toda probabilidad los hombres y las mujeres de esta época estaban bastante acostumbrados al sexo semi público, y seguramente se sonrojaban con menos facilidad que nosotros, los modernos, hablando de sexo.
Primero porque era una sociedad menos culturizada, y por tanto más desinhibida que la actual, por la que todavía no había pasado la contrarreforma y el puritanismo que se instaló en la mente de los católicos a partir del Concilio de Trento. Hasta entonces, canciones, poemas y numerosos escritos aludían con naturalidad a los actos sexuales, una realidad que se encargó de castrar la Iglesia, a todos los niveles, con sus conceptos puritanos a partir del siglo XVI. De hecho en el siglo XIX y principios del XX, cuando el desnudo era toda una ofensa para los ojos piadosos se mutilaron muchas estatuas clásicas y el mismo destino corrió la imaginería eróticas que aparecían en los canecillos románicos.
Por eso no es descabellado pensar que quizá, los que tengamos una perspectiva un tanto pervertida a la hora de interpretar estas pétreas tallas seamos los hombres del siglo XXI, los mismos que hemos heredado por arte y parte de la Iglesia los sentimientos de vergüenza, de indecoro y de vicio, con que nos disponemos a analizar cualquier representación sexual. Porque lo que está claro es que no tenemos ni idea de cómo pensaba al respecto el hombre de la Edad Media, ya que de ellos, solo nos ha llegado lo que la élite de la Iglesia nos ha querido contar y ni que decir tiene que se trata de una parte bastante entrenada a la hora de manipular y distorsionar la Historia con mayúsculas. Eso sí, siempre en nombre del Señor.
Por suerte, en Castilla y León hemos guardado ese secreto durante ocho siglos y hoy cualquiera puede admirar los volúmenes de piedra, dejar volar su imaginación y sacar sus propias conclusiones. Que estas tallas estén ahí para censurar el pecado, para fomentar la reproducción, en una época en que la mortalidad infantil era tremenda, o simplemente porque formaban parte de la vida cotidiana de una sociedad medieval que se adivina más liberal de lo que siempre se ha creído, forma parte de un enigma todavía por resolver.
Con sus representaciones eróticas, el arte románico ha dejado una puerta abierta a las interpretaciones sobre el modo de vida del hombre del medievo, un final abierto, como en el cine, al que cada uno puede poner picante a su gusto. Tomado de El mundo

martes, 26 de noviembre de 2019

Las marcas de cantería

"Reflexionemos un instante sobre la funcionalidad de las marcas de cantería. ¿Para qué sirven?.. En la cantera los trabajadores obtienen bloques de piedra de un tamaño adecuado. Materia prima que el cantero trabajará con sus herramientas hasta obtener del "sólido capaz" la pieza deseada. Si se trata de un sillar, que es lo más frecuente, trabajará cinco de sus seis caras, dejando la interior solo desbastada. Las caras de arriba y abajo (lecho y sobrelecho), así como las laterales (juntas) necesitan un correcto tratamiento para que su ajuste sea perfecto. En ocasiones, ya desde la cantera los bloques de materia prima traen indicaciones en forma de marcas para que el cantero sepa la posición que ese bloque tenía en la naturaleza a fin de que en la obra sea la misma posición en que se sabe que ha trabajado bien, soportando presiones naturales. Lechos, sobrelechos y juntas pueden llevar señales específicas, que no quedarán a la vista.
Porque vista queda una sola cara de las seis del sillar. Y es objeto de meticulosa preparación a tallante por el cantero que una vez acabada su labor marcará la piedra con su signo. Lo hace para llevar contabilidad de su trabajo. La retribución será proporcional al número y especificidad de piezas acabadas que serán llevadas a la obra.
Cuando es una obra pequeña y solo hay un cantero, no hace falta firmar los bloques. Ya se sabe que todos son suyos. En obras grandes con muchos grupos trabajando a la vez, la cosa se complica, y se requiere esa especial forma de contabilidad. Muchos trabajadores en la logia indican un comitente poderoso capaz de pechar con los gastos de todos ellos.
Las marcas, por lo general son sencillos símbolos a base de rayas, figuras geométricas, o más frecuentemente una letra, quizá la inicial del cantero. Pero hay una serie de marcas, pocas, en las que la complejidad de su elaboración hace que meditemos sobre la finalidad de la misma......" Para continuar leyendo

El Arte Románico. Arquitectura


domingo, 24 de noviembre de 2019

El Arte Mudejar

Comentarios de arte prerrománico

S. Pedro de la Nave
A partir de las imagenes realiza el comentario de estas obras.

Planta de S. Pedro de la Nave
S. Miguel de la Escalada
S. Miguel de la  Escalada






jueves, 21 de noviembre de 2019

El arte Prerrománico


Tarea sobre arte musulmán

Aquí tienes una serie de imágenes, vamos a trabajar con ellas y a identificar elementos, cubriendo con ellas la tabla que te planteo( ejercicio tomado de Creha), son de arte hisponomusulmán.







miércoles, 20 de noviembre de 2019

Alhambra de Granada


Ejercicios y Comentarios


Para realizar diversos ejercicios sobre el arte musulmán 
aquí tienes imágenes de diversos edificios musulmanes para que realices el comentario



jueves, 14 de noviembre de 2019

Arte Islámico y el diseño geométrico

Los mocárabes como elementos decorativos constituyen una forma tridimensional que partiendo del arte del ladrillo fue autodefiniéndose, según se iba aplicando en piedra y desarrollándose madera o yeso. Su evolución debió darse como un conjunto de innovaciones simultaneas y probablemente sin conexión entre ellas, al menos hasta el período selyùcida en que generaliza su uso.

Formas como la "serreta" y la "moldura de arquillos" de las construcciones bizantinas y sasánidas podrían haber inspirados a los constructores y alfareros de Samarra, que deseosos de encontrar elementos para la seriación, fabricaron muy pronto, todavía en el siglo IX, piezas cerámicas, curvadas y cóncavas, capaces de componer pequeñas bóvedas y cornisas. Así, los aleros y balcones de los alminares, que se alternaban con aparejos en zig-zag, y que se habían resueltos con molduras de arquillos y otras formas de las artes del aparejo del ladrillo, tomaron definitivamente esta decoración para enfatizar sus modestos vuelos. Otras tantas razones de la industrial artesanal, encontrarían los constructores selyùcidas del siglo XI para que esta minuciosa decoración acudiera a la construcción y ornato de las trompas y pechinas.

Las trompas persas y las pechinas bizantinas habían resuelto bien el problema mecánico de la transición de la planta cuadrada a la forma octogonal o circular de los cimborrios y arranque de las bóvedas. Construidas en ladrillo y levantadas ya para el Islam, en las formas heredadas, vemos las espléndidas pechinas de la Gran mezquita de Damasco. No obstante, los constructores musulmanes encontraron, en estos rincones, una ocasión tentadora para innovar, llevando a dichos elementos la decoración de mocárabes. De esta manera, aleros, trompas y pechinas, se labraron y construyeron, en piedra y en ladrillo, sin pérdida de su función estructural.

Las pechinas que resuelven los rincones del espacio cuadrado en los que se cruzan las calles del Bazar de Alepo, quedando estos espacios a cielo abierto, sin cubrir por bóveda, nos muestran como el espacio cuadrado se transforma en u polígono de dieciséis lados, mediante pechinas de mocárabes que bien podrían haberse resuelto con un conjunto de molduras de arquillos superpuestas. Aquí, en los rincones del citado mercado, la opción decorativa que no debió nunca esperar la construcción de la bóveda, mantiene todo el valor estructural de la pechina.

Resuelta en piedra la construcción de trompas y pechinas, era fácil que esta forma de mocárabes, todavía estructural y decorativa, invadiera, primero las bóvedas de los nichos e iwanes de madrasas y caravansares, donde ya hemos visto que se habían generalizado, y que más tarde, se lanzara sobre el espacio, como superación de una invitación provocadora, a componer y resolver la bóveda en general. Es posible que la solución de la cubrición de los iwanes de Isfahán, que en sus formas y pliegues resuelven vuelos de sombrillas, mediante bóvedas de nervaduras de arcos ojivales y plementería tabicada, se inspiraran en las trazas y cortes más elementales de los mocárabes.

Al pasar a la madera, donde el material permitía mayor carga artesanal, se desarrolló una amplia industrialización basada en la precisión en el corte, ajuste y asociación de piezas elementales y seriables. El conjunto "piña" compuesta por esta serie de piezas elementales permitía vaciarse en yeso, incluso formas en descuelgue o estalastíticas. Esta labor y material vino a reducir su característica mecánica o a potenciar definitivamente su función decorativa y de forro.

Sin entrar en mayores e innecesarias indagaciones, los alminares más antiguos, labrados en piedra, datan del ultimo tercio del siglo X, y entre los edificios más notables de este período que aún lucen espléndidos mocárabes en su alminar, encontramos la Mezquita de Al-Azhar del Cairo y la Mezquita de ibn Tulún en la misma ciudad. Construidos en ladrillo, son dignos de reseñar los que adornan los balcones del alminar de la Mezquita Kalyán en Bujara. En cerámica vidriada son preciosos los que lucen los alminares de la Aljama de Yawhar Sad, en Irán. El Palacio de los Leones de La Alhambra de Granada, constituye por sí sólo un autentico museo de esta decoración en yeso. Materiales tomados de ...

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Los Mosaicos Musulmanes. Un arte geométrico

La Lacería Islámica, aplicada al arte, artesanía y decoración constituyeuna bella e interesante aplicación de la combinación del arte y las matemáticas .Este tipo de combinación geomátrica aparece en el mundo islámico, aunque también ligada a otras religiones del libro, judaísmo y cristianismo. Pero es sobre todo en el inmenso territorio que es o fue musulmán donde floreció la 'geometría expresiva'. Ante la prohibición coránica de la imagen, los pueblos árabes, turcos, persas e indios de religión musulmana aplicaron y aplican todavía, la lacería para revestir, adornar, mostrar y decir, llenando una función que la figura 'figurativa' ha llenado en otras culturas y religiones.
Enlaza a quí con el documental completo y de mejor calidad: Mas por menos - La geometria se hace arte
Esta línea de investigación sirvió de inspiración a uno de los mas importantes dibujantes del siglo XX, Escher

domingo, 10 de noviembre de 2019

Arcos de Herradura

El arco de herradura en la construcción visigoda.
El arco de herradura constituye uno de los elementos constructivos claves en la construcción visigoda, desarrollada en la Península Ibérica. Probablemente fuera introducido, al final de la etapa hispanorromana, por constructores sirios o de Armenia, cristianizada desde el siglo III.
A diferencia del arco de herradura de la arquitectura islámica que traspasa o se sobreeleva respecto a la imposta la mitad del radio, el arco visigodo de herradura se traspasa sólo un tercio del radio. En este arco, la directriz del trasdós se descuelga verticalmente en sus estribos, desde su diámetro horizontal hasta la imposta, apartándose en los salmeres del trazado de la circunferencia. Aunque el arco de entrada a la iglesia de San Juan de Baños se construye manteniendo una sola dovela en la clave, con el fin de decorar esta piedra con una cruz de brazos ensanchados a modo de crismón, lo más frecuente y singular fue disponer una junta en la clave del arco; es decir, con carencia de sillar de clave o clave de doble dovela.
El arco de herradura, en tiempo islámico, se engalanó y admitió materiales y formas muy diversas. Con dovelas alternadas, estucadas, lo podemos ver en la preciosa Puerta de San Esteban, en la Mezquita de Córdoba y en el, no menos bello, arco del Mirhab de la Aljafería zaragozana, donde la obra califal cordobesa realizó una de sus obras maestra. Como ya hemos dicho, el arco de herradura, ya en tiempo musulmán, tomó soluciones de apuntado y con mayor frecuencia acogió lóbulos en su intradós. Así, de herradura y lobulado lo podemos ver en una de las arquillas de la Sala de la Barca en la Alhambra de Granada.
El arco de herradura apuntado, de directriz mixtilínea, de clara traza y aire oriental, tomó empinamientos y amplitudes muy variadas, y fue ejecutado con igual maestría tanto en ladrillo como en piedra. Perfectamente recercado de mocárabes descolgados, fue frecuente en el Este del Irán y en La India.
Arco de herradura o arco árabe: Cuando el peralte no es rectilíneo sino curvilíneo. La curva del arco pasa del semicírculo y el centro se halla por encima de la línea de impostas.
    • Cuando el arco de herradura se cierra a 2/3 del radio es el más peraltado.
    • El arco califal se cierra a 1/2 del radio; el 2º más peraltado.
    • El arco visigodo se cierra a 1/3 del radio; el menos peraltado.

sábado, 9 de noviembre de 2019

Caligrafía islamica



Todas las formas clásicas que adoptan los caracteres árabes derivan de una de las dos escrituras utilizadas en época preislámica: la cursiva y la hirí, más tarde llamada cúfica.

Nasj o nasji

El nasj ("copia") es el estilo más básico, derivado de la antigua cursiva preislámica y de las reglas ideadas por Ibn Muqla. Debe su nombre al hecho de que se desarrolló con la intención de ser una caligrafía rápida y clara al mismo tiempo, para utilizarla en la copia de manuscritos. El nasj es el estilo en el que se basan las letras de imprenta en la mayoría de las lenguas que emplean caracteres árabes, así como el que utilizan las máquinas de escribir y los ordenadores. De él derivan la mayoría de los estilos caligráficos.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/medina-en-tve/medina-tve-origen-caligrafia-arabe/4326122/


http://www.rtve.es/alacarta/videos/islam-hoy/islam-hoy-caligrafia-arabe/313393/



Ruq`a

El ruq`a, derivado del nasj, no es un estilo ornamental sino funcional. Su nombre significa "pedazo", porque se desarrolló para poder escribir en pedazos pequeños de papel, de forma que cupiera la mayor cantidad de texto en el menor espacio posible. Para ello simplifica la forma de las letras, elimina totalmente la ornamentación y los diacríticos y tiende a inclinar las palabras de forma que algunos caracteres puedan superponerse a otros. Los dos puntos se convierten en una raya horizontal, los tres puntos en una especie de acento circunflejo y el punto simple reduce su tamaño a la mitad para no confundirlo con la raya. El ruq`a es el estilo más utilizado en la escritura manuscrita hoy en día, sobre todo en los países del Máshreq (oriente árabe).

Cúfico

El kūfī o cúfico es llamado así por la ciudad de Kufa, donde se desarrolló a partir del siglo VIII. Es el estilo más antiguo: anteriormente se llamaba hiri, por la ciudad de Hira, y está en sus orígenes influido por el alfabeto siriaco. Se caracteriza por tener ángulos pronunciados y un aire cuadrado en general. Para no romper su aire macizo, con frecuencia los puntos de las letras se reducen a pequeñas rayas casi imperceptibles. Es uno de los estilos más empleados aún hoy en día en rótulos y decoración y el que más variantes tiene, aparte de haber dado lugar a los estilos magrebíes y andalusíes. Entre sus variantes destacan:
  • el cúfico florido, en el que los trazos adquieren ciertos rasgos vegetales y se entrecruzan.
  • el cúfico geométrico, en la que las letras se estilizan y simplifican formando figuras geométricas. Es uno de los estilos más utilizados en decoración, sobre todo en mosaico y azulejo, al que se adapta perfectamente dado que puede reducirse a una adición de cuadrados. Son frecuentes las inscripciones en cúfico geométrico adornando las paredes exteriores de las mezquitas, los alminares o la base de las cúpulas.

Thuluth

El thuluth se parece al nasj, del que deriva, pero las letras son más largas en proporción al grueso de la línea. Se desarrolla en el siglo XIII como estilo ornamental, en competencia con el cúfico. El thuluth original dio paso enseguida a una variedad llamada thuluth deformado, en el que las letras se alargan o acortan a voluntad para adaptar la escritura al espacio en el que se inscribe (generalmente un rectángulo). Los huecos dejados por las largas letras suelen rellenarse con signos diacríticos o signos puramente ornamentales sin más valor que el de hacer que el conjunto sea armónico. Un buen ejemplo de este estilo es la inscripción que aparece en la bandera de Arabia Saudí.

Estilos persas

El estilo fārsī (persa) y sus derivados procede del nasj y nace, como su nombre indica, en las regiones de Asia influidas por la cultura persa. Procede del ruq`a y como éste, en general se caracteriza por la simplificación de las letras, el alargamiento horizontal de los trazos y la alternancia de tamaños entre unas letras y otras. Dentro de los estilos de origen persa uno de los más célebres es el nasta`liq, estilo netamente oriental cuyo nombre procede de nasj ta`liq, esto es, "nasj colgante". Se llama de este modo porque, como en otros estilos orientales, no todas las letras se disponen sobre la línea de escritura: la palabras tienden a empezar un poco por encima de la línea y terminan justo sobre la línea, dando la impresión de que cuelgan. Esto permite, además montar ligeramente las palabras unas sobre otras. Tiene una alternancia muy pronunciada entre trazos gruesos y finos, que se consigue alternando dos cálamos, uno de triple grosor que el otro. Además, el cálamo suele girarse al dibujar un trazo, con lo que se consigue que éste cambie de grosor, algo inhabitual en el resto de estilos, en los que el cálamo siempre forma el mismo ángulo respecto a la superficie en la que se escribe. El nasta`liq es el estilo preferente para la letra de imprenta en el urdu y otras lenguas del subcontinente indio que utilizan caracteres de origen árabe (véase la Wikipedia en urdu).

Diwani

El estilo dīwānī, derivado también del nasj, debe su nombre al hecho de que era utilizado en la administración (dīwān) del Imperio Otomano. Fue inventado por el calígrafo Husam Rumi a partir del estilo persa ta`liq, antecesor del nasta`liq, y se hizo popular durante el reinado de Solimán el Magnífico (15201566). Es un estilo barroco, muy ornamental, que se caracteriza por sus líneas alargadas y curvas y porque prolonga los trazos de manera que a menudo se unen entre sí letras que no deberían hacerlo: es frecuente tratar de escribir palabras o frases enteras en dīwānī sin levantar el cálamo del papel. Se acorta asimismo el espacio entre palabras. Este estilo dio lugar a otro, aún más barroco, llamado yallī dīwānī o dīwānī sublime: como en el thuluth, los espacios vacíos se rellenan utilizando diacríticos y signos ornamentales.

Estilos magrebíes y andalusíes

Un estilo —o conjunto de estilos— importante es el llamado andalusí o magrebí, que guarda poca relación con los demás porque a diferencia de ellos no deriva del nasj sino del cúfico antiguo. Es la forma de escritura tradicionalmente usada en Al-Andalus, el noreste de Áfica y por los pueblos musulmanes de África occidental. Se ejecuta con un cálamo diferente de los que se utilizan habitualmente, pues tiene una punta aguda similar a las de las plumas europeas. Por esta razón, tiene poco grosor en el trazo y éste suele ser uniforme.
Escapa a las reglas de proporción aplicadas en los demás estilos, por lo que concede una libertad de ejecución más grande.

Composiciones caligráficas

La caligrafía se utiliza a menudo para realizar dibujos o composiciones artísticas que representan objetos, plantas o seres animados, o bien simplemente formas armónicas como composiciones simétricas o figuras geométricas. Estas composiciones no pretenden comunicar un texto sino mostrar la pericia del calígrafo: en general son muy difíciles de leer y por esta razón suelen reproducir mensajes que el espectador ya conoce. Lo más habitual es que se trate de la basmala o invocación ritual musulmana, la shahada o profesión de fe, o bien cortas azoras del Corán que los musulmanes conocen de memoria.
Los ejemplos más antiguos son los que forman figuras geométricas utilizando la escritura llamada cúfico geométrico. En cuanto a las composiciones realizadas con letra cursiva, son clásicas las que reproducen animales o frutos. Un subgénero también clásico son los dibujos "en espejo", composiciones dobles en las que el motivo original se reproduce a continuación en forma de reflejo especular, mostrando a través de dicho simbolismo la doble expresión del ser humano, su parte visible material - el cuerpo con sus diferentes manifestaciones - y la interna - representada por el mundo psicológico.
Dentro de las composiciones caligráficas hay que mencionar la tugra (طغراء en árabe; tuğra en turco) o firma estilizada de los sultanes otomanos que figuraba en el encabezamiento de los documentos oficiales a modo de escudo de armas. Las tugras tienen una forma característica común, y aparte de algunos pequeños detalles únicamente varía el nombre del sultán que aparece en ella.( Wikipedia)
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