Se conoce como
Los Beatos a los
manuscritos de los siglos
X y
XI, más o menos abundantemente ilustrados, donde se copian el Apocalipsis de
San Juan y los Comentarios sobre este texto redactados en el siglo
VIII por el Beato de Liébana. Escribió los Comentarios al Apocalipsis de San Juan (
Commentarium in Apocalypsin), en el año
776. Diez años después, en el
786, redacta la versión definitiva. En esta versión pretende hacer frente a la crisis por la que pasaba la Iglesia en aquellos años e intenta demostrar que está en posesión de la
traditio sobre la llegada y predicación del
Apóstol Santiago en
España. Para ello se basa en ciertos escritos del libro
Breviario de los Apóstoles.
El Apocalipsis de Juan es el último libro del
corpus bíblico cristiano. La clase literaria apocalíptica (del griego apocalupteïn, revelar) florece en el período intertestamentario (entre el II siglo antes de J.-C. y el I siglo antes de J.-C.) encuentra sus raíces, no en el
Nuevo Testamento, sino en los últimos libros del
Antiguo, en particular, algunas partes del
Libro de Daniel (escrito hacia 167 antes del J.C.): el Apocalipsis tiene entonces más relaciones conceptuales y de contexto con la cultura semítica del
Antiguo Testamento que con el mundo de los
Evangelios. El Apocalipsis de Juan se redactó en el último tercio del siglo I, durante las persecuciones de
Néron, después de la de
Domiciano contra los cristianos que se negaban a rendir culto el
Emperador.
Un apocalipsis es un "descubrimiento" del futuro, revelado a un
alma y
transcrita bajo una forma poética más o menos críptica. Es un discurso
escatológico. Se calificaron los Apocalipsis de "Evangelios de la Esperanza", ya que anuncian a poblaciones martirizadas que el mal histórico consigue una felicidad eterna. El texto parece generalmente oscuro a los que no están iniciados en la cultura bíblica: destinado a los creyentes y a ellos sólo, hace referencia a la Historia Santa y a libros proféticos del Antiguo Testamento. Es pues una concepción de la Historia destinada a mostrar a los que sufren cómo el Bien Supremo se encontrará al término de una marcha históricamente necesaria a través del Mal.
Los colores de las pinturas son el rojo (más o menos oscuro), el
ocre, el
verde oscuro, el
rosa-
malva, el
azul oscuro,
púrpura, a
naranjado, y sobre todo el
amarillo huevo muy luminoso, muy intenso, consustancial a la pintura mozárabe. Se emplea el
negro también. El azul claro y el
gris son raros.
Los colores "calientes" son los predominantes: rojo, anaranjado, amarillo.Los colores son puros, sin medias tintas, sin mezclas, sin transiciones de uno a otro
los pintores de los Beatos no buscan una adecuación con el mundo de la
percepción. La realidad que dan a conocer es de carácter
espiritual.Los artistas de los siglos X y XI, solucionaron el problema desrealizando las escenas, renunciando a todo elemento de decorado inútil con el fin de no sumergir la mirada del lector en todo lo que descartaría el espíritu de la parte fundamental. Las miniaturas entonces son liberadas, purificadas de todo lo que puede darse por anecdótico.
Para saber más sobre los Beatos o para verlos a mayor tamaño, y en variedad de imágenes enlaza con Wikipedia
1 comentario:
Uno de los Beatos mas bellos, aparte del de Doña Sancha (para mi el mejor)es el de Gerona. Se conoce la autoría de los dos miniaturistas, siendo uno de ellos la monja Ende -primera mujer pintora reconocida- fue en transcripciones posteriores confundida y rebautizada como EUDE.
Los Beatos son un delirio de belleza que ilustran los comentarios que en el s.VIII hiciera Beato de Liébana.
Mil años después del primer Beato sentí la necesidad de crear mi propio "Beato" coincidiendo con el cambio de milenio. Como los comentarios del "Beato" no me interesaban, transcribí a mano el último libro de la Biblia y el más hermético: La Apocalipsis.
Te dejo un enlace donde se pueden apreciar unas pocas de páginas.
Un cordial saludo.
http://www.peresalinas.com/libros-artista/apocalipsis/libro.htm
Publicar un comentario