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Victor Horta es el más importante exponente del Art Noveau
en Bélgica, el movimiento artístico-arquitectónico que sucedió al
Neoclasicismo y que se extendió por Europa a finales del siglo XIX y
principios del XX. Entre sus obras, su casa-estudio destaca por la
calidad de su concepción espacial y prolijidad de sus detalles. UNESCO,
al declarar este edificio como Patrimonio de la Humanidad, subrayó que
"la revolución estilística representada por estos trabajos se
caracteriza por la difusión de la luz, y del empalme brillante de las
líneas de la decoración con la estructura del edificio".
Casa-estudio Horta. Detalle de la fachada
EL ART NOVEAU
Con sus motivos vegetales y reminicencias naturales, el movimiento Art Nouveau
floreció -valga la alegoría- en Europa entre 1890 y 1910. Rechazando
por un lado el historicismo ecléctico y por el otro el mecanicismo
industrial que caracterizaban la arquitectura del viejo continente a
finales del siglo XIX, el movimiento Art Noveau
asumió las ventajas de la arquitectura de acero pero refinó su
decoración, representando elementos de la naturaleza que revestían un
carácter ornamental además de funcional. El nombre Art Noveau implica un cambio, y es así como se la conoció en Francia y Bélgica, llamándose Jugendstil en Alemania y Letonia, Secezion en Austria, Modernismo en España y Arts and Crafts en Gran Bretaña. El máximo exponente del Art Noveau en Bélgica fue Víctor Horta, quien desarrolló varios edificios en este estilo en Bruselas, además de otros maestros como Henry van de Velde y Paul Hankar.
Victor Horta en su estudio
EMPLAZAMIENTO
La
ubicación de la casa Horta en las afueras de Bruselas, en los lotes 23 y
25 de la Rue Américaine, obedece a la expansión urbana que
experimentaba la capital Belga a finales del siglo XIX, producto de la
bonanza que le influyera la espantosa colonización de Congo a manos del
Rey Leopoldo II.
Los predios se ubican en una manzana triangular, de lotes estrechos y alargados, que definen un perfil compacto y sin retiro hacia la calle pero que hacia el corazón de la manzana enfrentan un área arbolada y con jardines. La fachada hacia la calle Americana está orientada hacia el norte, lo cual le otorgaba en sí un asoleamiento poco favorable.
Los predios se ubican en una manzana triangular, de lotes estrechos y alargados, que definen un perfil compacto y sin retiro hacia la calle pero que hacia el corazón de la manzana enfrentan un área arbolada y con jardines. La fachada hacia la calle Americana está orientada hacia el norte, lo cual le otorgaba en sí un asoleamiento poco favorable.
LA FACHADA
Lo
primero que destaca en la fachada es que el arquitecto diferenció
claramente la casa del estudio en la elevación. En ambos casos también
la propuesta plantea composiciones asimétricas, en rebeldía contra los
cánones de la época. No obstante, ambos edificios mantienen un diálogo
fluido en términos de líneas generales de composición, forma y
proporción de vanos, materiales y colores, con los que además se integra
a otros predios de la calle.
Perfil urbano de la calle. Foto cortesía de Marie-Hélène Cingal
Asimismo, ambas fachadas se asientan en un zócalo de piedra azulada que se prolonga hacia la vereda, que es del mismo material.
La
fachada del estudio se desarrolla en tres niveles, los dos primeros más
macizos y claramente diferenciados del tercero. Haciendo alarde de la
fortaleza estructural del acero, hay una discontinuidad entre los vanos
del primer y segundo nivel, a diferencia de las casas vecinas en las que
el ritmo entre vanos y columnas se repite en todos los pisos. En el
último nivel el estudio es básicamente acristalado, enmarcado por unas
delgadas columnas metálicas de color ocre.
La
fachada de la vivienda está recubierta en piedra, pero en ella destaca
el trabajo hecho en metal para los balcones, que sostienen un doble
ventanal. Éstos se apoyan en una viga de acero que discurre a lo largo
del primer nivel.
Es
notable el nivel de detalle y el diálogo entre los elementos de piedra y
metal que componen ambas fachadas, muchas veces ocultando funciones
específicas y mundanas detrás de elaboradas formas estilísticas.
EL INTERIOR
El interior de la casa estudio ha sido testigo de diversas modificaciones y refleja los avatares de la vida del arquitecto, incluyendo su divorcio así como distintas necesidades profesionales. En 1919 Horta separó ambos solares y los vendió a diferentes personas.
La casa y el estudio se distribuyen en 5 niveles: un sótano, la planta baja, el piano nóbile (o segundo nivel respecto a la calle), y la primera y segunda planta (o tercer y cuarto nivel respecto a la calle. Hago esta salvedad debido a la diferencia que existe en la numeración de los niveles en diferentes países). Estos niveles se van extendiendo con sus respectivas mezaninnes (o medios niveles) en torno a la escalera central.
Secciones del estudio y la vivienda. Planos cortesía de Horta Museum.
En
general la casa es mucho más luminosa y con colores más cálidos que
otras contemporáneas, dado que Horta innovó en el uso de iluminación
eléctrica en reemplazo del gas (que era muy sucio y por tanto provocaba
que los colores usados en las paredes fueran oscuros).
PLANTA BAJA (Izquierda): Casa 1. Recibidor - Guardarropa, 2. Escalera principal, 3. Bodega- Cocina, 4. Escalera de servicio. Estudio: 1. Nuevo guardarropa, 2. Librería.
PIANO NOBILE (Derecha): Casa 1. Sala de música. 2. Escalera principal. 3. Comedor. 4. Salón. 5. Escalera de servicio. Estudio: 1. Victor Horta's salón de espera. 2. Oficina de Victor
Planos cortesía de Horta Museum.
TERCER NIVEL (Izquierda): Casa: 1. Salón, 2. Escalera principal, 3. Dormitorio, 4. Tocador. 5. Vestidor, 6. Baño. 7. Escalera de servicio. Estudio: 1. Biblioteca, 2. Oficina para personal del museo.
SECOND FLOOR (Derecha): Casa 1. Guest-room. 2. Escalera principal. 3. Cuarto de Simone Horta. 4. Terraza de invierno. 5.Terraza. 6. Escalera de servicio. Estudio: 1. Ático. Oficina para personal del museo. .
Planos cortesía de Horta Museum.
La vivienda acoge al visitante en un cómodo recibidor ubicado en la planta baja (a diferencia de las viviendas de la época, que colocaban la cocina cerca de la entrada por lo que el recibi era un espacio pequeño y estrecho). A continuación, tras ascender por unos escalones de mármol blanco, se accede a la escalera, el elemento central del espacio interior, la cual, además de servir a los diferentes pisos dispuestos en desnivel, brinda copiosa iluminación al interior de la vivienda, algo especialmente útil tratándose de un lote alargado y con mala orientación en la fachada.
La
escalera es coronada por un espectacular lucernario vidriado, en forma
de semi-bóveda. El generoso pozo de la escalera de diseño ligero y
transparente, que se va ensanchando desde abajo hacia arriba , permite
la comunicación visual entre todos los niveles de la casa, y a la vez
provee un espacio acogedor para sus habitantes.
Horta puso un gran esfuerzo en decorar este ambiente, diseñando con
cuidado cada elemento estructural y mobiliario, evitando al mismo tiempo
caer en el barroquismo. Por ejemplo, las luminarias que cuelgan de
las estructura y otros ornamentos parecen extenderse al infinito
gracias a sendos espejos ubicados a los costados.
La escalera en sí tiene un minucioso estudio funcional, que pasa desapercibido ante su extraordinario desarrollo formal. Lo cierto es que el paso y contrapaso de cada peldaño es diferente y su proporción va cambiando a medida que se va ascendiendo por ella.
El
piano nobile comprende el salón de música y el comedor, con la escalera
como elemento distribuidor y comunicador espacial entre ambos lados del
edificio. En la escalera, el arquitecto utiliza arcos metálicos que
descansan en una columna de mármol y que evocan la arquitectura gótica.
El
comedor se halla recubierto por un ladrillo esmaltado blanco, un
material sencillo que es trabajado con exquisitez y alternado con
cristales, mármoles, metales dorados y finas maderas.
El
espacio es generosamente iluminado mediante una mampara que da hacia el
jardín, reforzando la idea de contacto con la naturaleza que el Art
Noveau se esforzaba en predicar.
Comedor. Foto cortesía de Sigfus Sigmundson
El mismo contacto con la naturaleza se encuentra en el dormitorio de Simone, la hija del arquitecto, localizado en el último nivel . Para ella, Horta hizo una expansión de la casa creando un confortable jardín de invierno. Durante la visita, efectuada en marzo, pude constatar la calidad de este ambiente, que recogía el sol vespertino y esparcía su calor hacia la habitación contigua.
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